Llegué de ahí, de los excesos y la vida nocturna.
Llegué ahí y hablo estando acá por qué ahora me parece más placentero platicar lo vivido, los aprendido y lo más importante de a quien extraño.
Llegué aquí, no es por nada ni por nadie, por mi.
Llegué aquí sin pedir permiso y hay muchas disculpas pendientes.
Llegué aquí sin aviso, sin miedo por qué eso solo la juventud, la soledad es lo que me impulsa y por ahora lo que me mantiene cuerdo.
Llegaré, no sé a dónde pero estaré listo de nuevo, el comienzo es lo que nos da la oportunidad para perseverar y creer en uno mismo.
Siempre fue imposible.
Siempre fue imprudente.
Siempre fue y eso queda.