Aunque mis ojos quisieran ignorar
la forma de conocerte,
y quieran ocultarse tras los párpados,
todavía podría verte.
Existes en la razón primitiva
de mi memoria, esos lugares
Que aún desconozco de mí,
no eres pasado o futuro,
eres conmigo el instante,
al mismo tiempo si dejo este mundo.
Eres el recuerdo que todavía no existe,
el constante trayecto de la mente al latido.
No somos “hasta que la muerte nos separe”.
No somos el inicio ni el desenlace,
pero entre los dos no hay distancia,
no hay ruptura de almas.
Aunque mis ojos quisieran ignorar
la forma de conocerte,
y quieran ocultarse tras los párpados,
el corazón está latiéndote.