Se me moja el alma
en el cantar triste...de ésta tarde fría
entre el silencio blanco... de la niebla de mi bahía,
idiotizando mi palabra... en la bruma desvelada.
Vuelo en un diluvio... de golondrinas en lenta fuga,
siguiendo mis huellas en el eco
tras la voz del viento,
como señuelo idólatra... de mi belleza fugitiva.
Hoz de oro...luna menguante,
que profana la noche...
Luna de invierno que muere con la aurora
del amarillo al azul... de espejos y albas.
Siniestra y negra rosa...coronada de espinas,
sensación táctil que no se toca...
En fría calavera sin sol... eterna,
empapada por gotas... que me llueven con pereza.
En el sumo dolor... se me moja el alma,
de una melancolía disfrazada,
en la búsqueda de mi esencia...en la soledad cansada,
en el silencio opaco...del lenguaje del tiempo.
...En el sendero de la vida...