Yo quiero a esta soledad
a este otoño que camina en las calles,
quiero a estos silencios
que en los tristes sacia su hambre.
Quiero a las lluvias infinitas
a las palabras que mueren cobardes,
quiero lo que el tiempo no mata
quiero del mar sus profundidades.
Yo quiero esa parte de mí oculta
el olvido que no habrá de recordarse,
quiero el beso de un adiós
lo que nunca habra de perdonarse.
Quiero a las cosas distintas
lo que está lejano y distante,
quiero el dolor de una lágrima
aquello que nunca va a juntarse.
Yo quiero al corazón que sufre
al destino de un miserable,
quiero al puñal que lleva un verso
a la hoja que cae para arrastrarse.
Quiero a los espíritus ya muertos
a los momentos llenos de dificultades,
quiero a esta vida mortal que tengo
que se consume al embriagarse.
Yo quiero simplemente morir
de una manera cruel y salvaje,
quiero alcanzar lo eterno
¡Alli donde no me espera nadie!