Del corazón salió tu nombre
como respuesta amarga
a mi decepción;
del corazón salió tu nombre
como oración sufrida
de mi penitencia;
del corazón salió tu nombre
como vino embriagante
de mi embriaguez;
del corazón salió tu nombre
llamándote indefenso
a mi compañía …
Pero ya mudo el corazón
se ha tornado silencio,
porque en su desconsuelo
ha percibido
mi decepción, mi penitencia,
mi embriaguez y tu indiferencia.