Isla cristina en mi memoria
I PARTE
Ay,ay chaché ,ay
Yo…
Yo, soy árbol que mece el viento de levante, de allá del este, y me contoneo con el canto del mar, porque yo, amigacho, yo…soy canto.
Mira chaché hoy me sonríen los recuerdos de mi niñez y me adentro en la mar quieta de lo que nunca olvidare:
En los veranos de antaño, a eso del mediodía caminito a la playa Santa Ana, estaba allí “el piquito”, que ricas las lechuguitas frescas recién cortas y enjuagaitas en la inmaculada agüita fresca del pozo.
A cinco pesetas la lechuguita y todos contentos a santa Ana con las hojas verdes salpicaditas de sal saboreando hoja a hoja, respirando mar de mar…
Ayyy..... Chaché que días aquellos, con mis padres y mis hermanos impregnando nuestros minúsculos cuerpos en esa infinidad donde chocan las gotas del jugo de mi cielo, mi cielo isleño, ese que me engalanaba de besos cuando era un niño.
Y en este marco que descansa nuestro pueblo, yo…yo en la feria con más cantos (mis hermanos) ropita recién estrenadas que nuestra madre le pedía al “ditero” y que después se llevaba un año pagando poco a poco. De Ayamonte,del “pueblo de al lao´ “ nos traía la ropa la mujer que más me quiso, mi madre, para estrenarla en la feria el día de nuestra Virgen del Rosario. todos limpitos, como recién iniciados a la vida paseábamos en busca de la patrona por la gran via;paseo pa´arriba,paseo pa´bajo a comernos el pescaito frito que perfumaba el ambiente entre farolillos de colores.y a los coches topes a pavonear con alguna chiquilla.
Todavia tengo ese sabor de manzanas caramelizadas en mi memoria que decoraba la feria dejando pinceladas de inocencia en mi camino.
Ay chaché…ay
Al terminar las clases en el colegio Ángel Pérez mi pandilla y yo corríamos hasta el “consumo”
A jugar a ser niños, niños que se divertían con muy poco, niños que no pedían pero lo tenían todo; que si a la contra, que si a la guillarda,que si a la paella,a la trisquilina,al fangete o al cocinero entre muchos otros ,todos echábamos esa candidez única que te abraza poco tiempo la vida.
También de muy niño en la patera,mis hermanos y yo entre el mirador y la popa con mi curtido padre;de pronto a izar pa´atrás ,tirábamos los rastros ,virábamos a unos 10 metros elevábamos los rastros y a escoger el marisco ,una y otra vez hasta que la canasta daba para que nuestra madre fuera a la tienda de “damiana” a por los habios del puchero para dar de comer a los nueve cantos.
Isla cristina en mi memoria
II Parte
Mis hermanas también jugaban con nuestros juegos y chicas lias´ que se montaban:
que si al murito a coger ranas y a las cinco, moralitas que no era otra cosa que ir a comer moras, después a bañarse para quitarse las manchas.
Con nosotros, mis hermanas, jugaban al "hoyito" y lo que colaba en los agujeros del desagüe era para ti.
-¡jajajajaj!
ay,que tiempos aquellos cuando la carne estaba tirante del sol que nunca nos quemo, porque nacimos con el sol bajo un techo único y sobre una tierra pescadora donde las plantas de nuestros pies estaban negras de pisadas-
-picha,que tiene los pies más negros que el chioro.
-¡jajajaj!
El chioro" era todo un personaje en Isla Cristina.
-¿Quién no conocía a Chioro?
ese hombre siempre descalzo ,cazador de perros para el ayuntamiento ,y "angustilla la latera" que arreglaba los "cacharros de cocina" de lata ,los paraguas…
Cuantos personajes isleños en esta barcaza que es mi memoria alejada del puerto de aquella inocente niñez, mi niñez :
"El chabaro" siempre tan hablador, se bañaba todos los días del año con agua fría.
"El cañabate" muy aficionado al ciclismo nos arreglaba las bicis que después reventábamos por aquellos caminos al firmamento donde todo estaba dispuesto para disfrutar de nuestro pueblo marinero; "la Higuerita tara rita"
"pepillo parada" carrillo en mano recogiendo cartones amante de los perros y los lagartos del lugar, hoy transportes Parada.
"Juan el lechero" con su Land robert,"Juan el panadero" con su carro tirado por mulos.
"La florinda" ,coja ella, la pobre, allá en el matadero vendía petarditos, cigarritos de chocolate, y otras cosas más que a los niños de aquel entonces nos compraba el alma como los esteros, las salinas ,el faro irisado que se mira en las marismas de Huelva, Nuestras marismas…
Aysss,que no puedo contener con una sonrisa estas lágrimas de hombre hoy,que me velan los ojos como una niebla cerrada.
cuantos recuerdos…
Cuantos barcos salían a faenar … y cuántos de ellos se quedaron en el camino para que el gentíos enlutados lloraran sal regalando chispas de agua a tanto oceano;nuestro oceano;El atlántico que fue ,es y será el que nos quita y nos da.
Ay,el Atlántico ,cuanto historia se ha bebido y siempre recto,sobrio,formal y con ese plante señorial. En él se quedaron tantos relatos de hombres de mar…hombres para el mar…y mares de hombres…
"El Isla Mar III" un sardinero de 30 metros de eslora que salió a faenar un 28 de julio de algún año de estos que pasan por la vida de las personas y que nunca llego al puerto ;su ausencia hizo saltar la alarma y se inicio una búsqueda desesperada encontrando solo redes ,otros aparejos y aun solo hombre a 60 millas (111 kilómetros) al sur del lugar donde se hundió el pesquero en la madrugada del viernes, a 110 millas (203 kilómetros) de la playa de Las Matillas, al norte de El Aaiún, lugar desde donde partió el Isla mar III, rumbo a Las Palmas.
Mi pueblo, Isla Cristina, se cerró en luto y no quedo ni un solo habitante que no llorara desmoralizada mente a aquellos 28 marineros nuestros, tan nuestros, tan isleños y aquel
agosto de 1984 se desgarro una parcela del alma de La higuerita donde los recuerdos hoy siguen vigentes en la memoria de "mis gentes".
Y con Isla Cristina en mi memoria quiero seguir ,recordándole a mis hijos, a mis nietos cuáles son sus raices,su sintexis,su esencia, su medula, como fueron y son nuestros habitantes, nuestros linajes, nuestras costumbres, nuestra raza; hombres duros y sensibles que lloran desde ese trocito de mar con una letrilla carnavalera,hombres tenazes,firmes y luchadores que se han conformado con llevar a casa el pan para sus hijos y con unos besos de miel templada, hombres inconformistas que se han conformado con la parte más humilde y majestuosa del planeta: Isla Cristina; mi tierra, mi pueblo, mi madre, mi luz, mi gran amor, mi meta…donde nací y crecí gigante, entre puestas de sol unicas,entre gaviotas que llevan y traen dibujos trazados en nuestro cielo añil, donde la brisa es la caricia de una mujer apasionada que me trastoca con sus dedos de escalofrio,donde la espuma mece mis penitas revoltosas en carnaval.
Esta noche tierra mía quiero dormir en tus brazos, acurrucadito, como cuando era un niño bajo esta luz lunar mirando al firmamento.
Aysss,cuanto te quiero mare mía…mi niña chiquitita…mi Isla cristina
Seguirá…