Ellas tienen la dulzura del infierno. La magia de las hadas.
Guardan la brisa del mar. Enojadas la furia de la tormenta.
En sus ojos se derriten imperios. Se levantan naciones. En su sonrisa sale el sol.
Por las noches provocan insomnio o le ponen la luz de la luna a nuestra piel.
Por su espalda nos volvemos tiernos o malvados. Se vuelven versos en nuestro silencio.
En su mirada desfilan ángeles y duendes, por su mirada encontramos el camino o lo perdemos.
Mujeres hermosas brujas del amor, caperucitas y lobas.
Mujeres malévolas, maravillosas, angelicales, infinitas, inexpugnables, majestuosas. Seres supremos e inigualables.