Lo ama
Le afecta
Lo espera
Anhela el calor que entibiaba su alma
Extraña la mano que acaricia
Pero que daña
El beso que apacigua el miedo
Pero que mata
La mirada del príncipe
Que desnudaba la forma
Y le permitía ser
El sol brillando en sus días
O la luna amarga nublada
La magnificente estrella del salvaje cielo
Rojo intenso y grave rugido
De oveja
¿Qué esperas para arrebatarte el alma?
Cálida palma
Que se ahogó dormida en el torso del desnudo cuerpo
Pretendiendo callar la enigmatica duda
De no ser ese ser
Y cayó
Golpeada por la misma mano que le arrebató el corazón
Cayó
Y tendida en el suelo dolida sonrió
Mientras la sangre corría y corroía su suelo
Dolor agudo en el pecho
Golpeada por aquel que prometió ser amor puro e infinito
Sollozo qué incrimina
Incómodo anochecer qué termina
Con una lágrima entrometida
Entremedio de la asustada garganta
Es el fin del comienzo
Espera sentada en la amarga agonía
De una palabra