No llegará este lecho de fuego, a saciarse completo de mis carnes, no conocerá del hombre el granito frío que me compone el mar de sangre, que tanto me completa y rellena. . Porque fui como el sable, de hierro puro, que al tocarte, silente se deshizo sobre alfombras de suspiros, albercas de palabras, de amor.único. . Porque fui verdugo, antes que poeta, antes silencio, que reflejo en tus ojos, me queda tu boca y su aliento como único alimento, en este mar infinito de vidas intactas y solitarias. . No llegará el día ni la hora, que consiga con mi última palabra, poeta de continuas guerras, convencer del todo a mi pecho, de amor completo y supremo, si me coronas. Pues serán las albas de cada noche extinta, las que me laven y renazcan de nuevo, para amarte, como un niño, como un brote de rosal tierno, como un desconocido, que a tu puerta asoma y su aldaba golpea, cada vida, cada instante …