UN PARAÍSO
Las penumbras de la noche
mis sábanas blancas
y la luna iluminaba mi desnuda silueta,
aspiré tus suspiros para sentirme vivo
y calme mí angustia en un abrazo sin tiempos.
Toqué tu cuerpo que dormía junto al mío
cerré mis ojos y entrecorté mi aliento,
me robas la calma, inquietas mis dedos
que después descubren encantos secretos.
Nos vimos muy juntos uno del otro
intercambiamos miradas y abrazos tiernos,
y murmuramos palabras y frases en contratiempos.
Felicidad bendita, toma tu tiempo
baila en la noche algún vals del momento,
perdón a la vida y al universo
buscamos el paraíso en el firmamento.