No sé cuanto te quise
no es posible contar
las perlas de la lluvia
o el rocío matinal.
No sé cuanto te quise
no es posible adivinar
los luceros en el cielo
o las lágrimas en el mar.
No sé cuanto te quise
sé que no vas a preguntar
pero sí puedo decirte
que así no te querrán.