Tengo ganas de morderte
las moscas de tus mejillas, los lunares,
las sombras, como la Venus carnívora.
Las ganas de atraparte, como lo hace Nepenthes,
sin darte una salida, un escape, una huida.
Como la Pinguicula del mucílago
que atrapan con la emanación pegajosa
y se brotan las flores;
moradas, blancas, amarillas…
Tengo ganas de morderte, tragarte,
atraparte como lirio de cobras,
como rocío del sol y sus tentáculos
que se mueven viscosos
en la catapulta del amor,
el artefacto que muerde, y morderte
las ganas de morderte tengo, en un vivero,
cálido, tan tibio de humedad.