Noches de naturaleza fría,
esconden pasajes de amor reencontrado,
afuera, el mundo desapercibido,
y un cielo complice estrellado.
Siento notas de baladas al recordar,
respiración profunda, al inhalar su cuerpo,
un suspiro se alarga y al final un gesto,
de inquieta mi alma llena, manifiesto.
Voces queditas susurran entre pausas,
besos y caricias dulces, mientras la calma,
advierte el venir de otra tormenta a raudales,
sensaciones brutales, respiraciones duales.
Suaves sonidos de voces, inentendibles de goce,
vaiven de marea lúdica empapa cuerpos en roce,
neuronas cautivas eufóricas, se dejan llevar,
a esencia primitiva básica, al pieles frotar
Calmando sequías...
que a falta de ella, se envolverían en pira,
no solo pieles, sino cuerpos nuestros!
cambiando átomos en modo violento.
Perdiendo electrones, sin núcleo tocar,
son cuerpos de luces, del cielo boreal,
Influyendo uno al otro a una nueva unión,
conectando mente y materia en fusion.
Materia que ahora, está quieta y paciente,
maquinando versos, poemas crecientes,
dentro energía serena, sin ser creada,
solo transformada, en forma de mente en calma.
Luego pienso...
de neurona a mano y de mano a pluma comienzo,
viajando por tinta expresiva, a papiro o lienzo.
U hoja blanca estampa, caligrafía furtiva,
que al llegar a retinas suyas, fotones vía,
dominan sentimientos, guían,
forjando íntimas empatías.
Haciendo posible y lindo de explicar,
Con un bello toque de realidad y fantasía,
lo complejo del sentir humano mostrar.
En formas literarias de arte impía,
a la musa de mis sueños, que en su ausencia,
y en recuerdos bellos de su esencia,
la sigo sintiendo... atemporalmente mía.