siéntete libre de volar por cualquier cielo,
de venir a las 6 de la mañana a cantar a mi ventana
o quedarte a dormir en mis brazos por la madrugada.
Siéntete exenta de ataduras
o pecados cristianos,
aquí se aman las sombras y las luces,
los matices
y los grises,
y cada corazón debe ser osado y soberano
para vivir el amor sin miedo y despreocupado.