Se partió el mármol
ante el vibrante son del clarín.
Y también se partió el alma
El aire estaba vacío de palabras
pues no alcanzaban.
Nada sería honra suficiente.
Mármol y alma partidos parecieran
del clarín el objetivo.
Mas sólo vida y memoria perdurarán en luz.
Corazón granate, albor del alma.
¡Presencia viva!
De mi libro “Del ser de mi existencia”. 2018 ISBN 978-987-4004-71-0