Con la inflación comiéndose el bolsillo,
se ofrece un dos por uno en amnistías,
hoteles con descuento para orgías
con fin de bacanal en un castillo,
obsequio de unas gambas al ajillo
al desabastecer marisquerías
y tratos de favor con garantías
de hundir en la miseria al menos pillo.
A fin de atesorar poder mediante
argucias mil a espaldas del votante,
se vende la constitución al peso.
Si no es molestia, díganme, ya en serio,
leones y leonas del congreso,
¿España es un país o un putiferio?