No sé dónde estoy:
si busco el sol te encuentro en medio,
si busco cielos, te encuentro arriba,
siempre celeste entre nubes…
Sirena pujante entre océanos tonantes;
así atraviesas mi silencio:
tan arcano como tus ojos de aceituna…
Y a veces me digo, como Fito:
“Escogiste a la más guapa y a la menos buena,
sin saber cómo ha venido te ha cogido la tormenta…”
Mas de inmediato, niego, y digo:
escogí a la más guapa y a la más libre,
sabiendo que el mundo gira y da tantas vueltas
como caminos recorridos llevo a mis espaldas…
¡Oh sirena marítima indomable!
Un soldado marinero te busca entre las aguas
y, acaso, entre acordes de una canción movida
ochentera, te encuentra y te descubre, reina de su ocaso…