Me acostumbré a guardarte, como se guarda algo preciado
Con ese valor que va más allá de lo que el mundo conoce
Aquello valioso que nos pertenece, sin ser nuestro
Lo que no podemos desatar sin estar atado.
Me acostumbré a llevarte, como se lleva el cabello
Y este ondea al viento, como recordando
Algo que aún en silencio es imposible olvidar
Algo que a la distancia duele, pero de cerca fue bello.
Amputado de tí, apenas ya reconstruido
Hombre y sombra soy al mismo tiempo
Carne y fantasma que se fusiona en la añoranza
De aquello que al lado está, aunque ya se haya ido.