Cada tanto olvido cómo
escribir un poema,
¿Qué es lo que siento?
Sino la punta de una flecha
lanzada al cielo
que nunca cae.
Son pocas las palabras nuevas
he sido poco valiente en mi vida,
quizás la poesía me recrimina
mi inmovilidad.
Quizás mi poesía se arrepiente
de vivir en mí,
ahora que no me atrevo a morir
de amor, ni a correr, ni a huir.
Quizás no volveré a escribir
como lo hacía,
quizás mis viejos versos
eran la única vida que tendré,
aquel amor, aquel sueño,
aquella nube que ahora
perdí de vista.
Me juré aferrarme a todo aquello,
y ahora me he quedado sin lo
único que realmente quería ser:
un poeta.