Enjuáguese en miel,
suave ambrosía,
néctar en sed,
vela encendida.
Aúllan al sol
Las bocas hambrientas.
Se quedan sin voz
ardiente en su ausencia.
Sabores de miel y luna
apagan su fuego, embadurnados
de su esencia: su ternura
Miel arrastra a la piel
a quemarse en su juego
y noche recobra su luz
en su deseo.