¿Qué será lo que nos ata del amor?
¿Acaso sean los lazos invisibles
modelados con las centellas del sol?
¿Acaso sean las fuerzas ilegibles
que nos llevan a sentir la exaltación?
¿Podrían ser las manos de la impaciencia
que por tácitas crean su condición?
¿Podrían ser las preguntas sin respuestas
que en su espera nos mantienen la pasión?
¿Serán los miedos sobre el riesgo excitado
que nos abre las puertas de la ilusión?
¿Será que a veces nos sentimos aislados
y buscamos quien nos ate el corazón?
¿Y si fuera la esperanza en el destino
que nos invita a creer en lo mejor?
¿Y si fueran las saetas de Cupido
que te alcanzan donde nadie te alcanzó?
¿Qué será lo que nos ata del amor?