Cantares,
E historias,
De juglares,
Narran,
Estos músicos,
Ambulantes,
De reyes de antaño,
Cuentan desventuras,
Y victorias,
En castillos,
Medievales,
Mas en su interior,
Inmensas mesas,
Con manjares,
Viandas,
Y jarras de vino,
Cada uno tiene,
Tiene sirvientes,
Que llenan,
A requerimiento,
Del Mortaraz,
Que lo solicita.
Un juglar,
En el centro,
Del salón real,
Obtiene la atención,
A ricachones,
Duques y condes,
Allí presentes,
Canta, toca,
Y muestra,
Sus habilidades,
Saltos,
Y el sonido,
De cascabeles,
La gente ríe,
De sus gracias,
Finalizado,
Comienzan,
Peleas falsas,
Entre esclavos,
Que presencian,
Sin daños hacerse,
Varias bailarinas,
Posteriormente,
Salen,
Danzan,
Ante sus señorías,
Con hermosa melodía,
Encandilan,
A los invitado.
Disfrutan,
Y participan,
Los caballeros masones,
De aquel Festival,
Con vino,
Comida,
Y de más,
Sus bocas,
Llenas tienen,
Y a los artistas,
Ni agua,
Reciben.
Cíngaros,
Allí se encuentran,
Con mujeres y niños,
Mostrando,
Sus atracciones,
Que realizan,
Sin recibir,
Moneda alguna.
El castillo vigilado,
Está,
Con guardias,
Armados,
Con armadura,
Lanzas y espadas,
Prestas,
Al servicio del Rey,
Por doquier,
Por si escaparse,
Intentaran.
Llega el final,
Todos saciados,
Bebidos,
Y satisfechos,
Quedan,
Yéndose,
De la Morada,
Con sus esclavos,
Esclavas,
Y concubinas,
No sin antes,
Reverenciar,
Y prestar sus respetos,
A su majestad,
Alagándolo,
De tan inmenso festín,
Y el buen trato recibido,
Esperando,
Sin más,
El próximo,
Manjar,
Evento,
O similar,
Pendiente,
De anunciar,
Y poder regresar,
Tras una invitación real.-