Entro en mi letra.
Para esto no hubo descanso jamás.
Cada uno que piense como quiera a su plan.
Tengo terrenos fértiles donde yo cultivar.
Busco en la penumbra un diván
donde sentarme a pensar
en los años pasados para siempre ya en balde.
Que me hablen de espacios más dados al caso
me la trae siempre al pairo.
Me sé controlar con tan sólo unos labios
de contrapeso en el fondo.
Mi corazón no lo sabe pero estamos recónditos.
No ves lo suave como se abre al rincón?
Van mis palabras a rezar extinción de otros seres?
Que no, y mejor me guardo la respuesta más obvia
para tal vez otro entorno.
Me doy de ración otro poco del sólido.
Al fin resolví en mentirme mis dosis de odio
por rota ilusión cada vez que la nombro.
Silencio y tan sólo mi voz repitiendo su eco
mientras en mi interior siento el hueco revuelto.
Tan sólo una copia del día anterior
hecha un avión de papel en tus dedos
que han muerto para más no volver
a acariciarme tan tierno
que yo muera un momento
y lo sepa después.
Me pudo el aliento de los tercos toser.
Aquí mi pensamiento: todo lo que pude
y no quise ser
por aferrarme a lo que es cierto
mi solo placer.
El cielo a mis pies
se encuentra sereno.
No soy bueno, lo sé.
Me muero de viejo de tanto consejo.
Me siento muy bien.