Tu rostro igual a la primavera,
con sus colores y su luz sincera,
me llena el alma de alegría pura,
y en cada mirada encuentro ternura.
Tus ojos brillan como el sol al amanecer,
iluminando mi camino y mi ser,
tu sonrisa es como una flor en floración,
que embellece cada rincón de mi corazón.
Tu voz resuena como el canto de un ruiseñor,
melodía dulce que llena de amor,
y en cada gesto encuentro la belleza,
que solo en tu presencia florece.
Eres el reflejo de la primavera en su plenitud,
la frescura de la vida y su juventud,
y en cada momento a tu lado quiero estar,
para contemplar tu rostro y en él encontrar.
La luz y la calidez que solo tú me das,
como la primavera en su esplendor total,
contigo todo es alegría y armonía,
mi dulce amor, mi primavera cada día.
“Serl “