Me reivindico ante el mundo
como un escritor romántico
que vive un amor auténtico,
sintiendo en lo más profundo.
Ya vamos quedando pocos
de los que regalan flores,
se han perdido esos valores,
ahora nos llaman locos.
Si expresar lo que se siente
se entiende como locura,
creo que no tengo cura
ni remedio suficiente.
Mientras siga respirando,
seré de los que abren puertas
a esas señoras dispuestas
a seguirnos inspirando.
Amores y desamores,
esos son nuestros motivos,
pensando en ello, vivimos
como antiguos trovadores.
Classman