284 días sin probar tus labios de miel,
en mi mente te imagino arder y ser mi fiel,
tu saliva como el néctar de la pasión,
que alimenta mi deseo y mi obsesión.
Tus senos como montañas de placer,
que me invitan a explorar y a enloquecer,
mis manos ansiosas por acariciar,
cada curva de tu piel y susurrar.
Tu vulva como un manantial de lujuria,
que emana deseo y me provoca locura,
cada gemido tuyo es un verso prohibido,
que me invita a perdernos en lo escondido.
284 días sin sentirte cerca de mi piel,
como el mar que anhela alcanzar al cielo,
sigo esperando el momento de volverte a tener,
y en tus brazos, mi amor, perderme en un frenesí de deseo.