REENCUENTRO
Ella traía en su falda los siglos,
un tiempo con pincel en sus cabellos,
días y días cantando, una alabanza rota,
los amantes se fueron, tras sus ojos lloraron.
Yo la quise medusa, yo fui piedra en sus manos,
yo la bautice de flores, en un río de pieles,
ella fue espada de sangre, una edad resbaladiza,
hoy no la encuentro y la llamo, su vista enmarañada.
Las puertas de su corazón se han roto por desuso,
los amantes se perdieron en sus penas encorvadas,
no la olvido entonces, me trae mis años en su falda,
me trae palomas con cabello, caminos en su frente.
Regresó a la casa donde entró virgen temblorosa,
y aunque a su sonrisa ya le faltan algunos dientes,
su sombra aun pasó con música por las paredes,
alargando sus brazos, hacia su primer amante...