Hemos encontrado el tiempo de existir,
la promesa de descubrir entregas
más allá del contorno de los labios
la emoción de sentir más allá de la palma de las manos
la paz que te inunda con el amor de lo posible
el nervio ingenuo ante la belleza de la rosa
la libertad que provoca deshacer el nudo del pasado
el consuelo de no necesitar alhajas
aun si las manos están vacías
las palabras desordenadas que renuevan el alba
los versos del poema que nacieron en la mañana
Hemos encontrado el tiempo de ser
bajo la inmensidad del cielo azul sin necesidad de plegarias
alcanzando la cima de la montaña con tan solo una misera escalera
en la complicidad de las sombras que se funden en la entrega
provocando el bocado a la manzana para vencer el miedo al deceso
encendiendo el sol de la infancia que nos lleva las caricias ingenuas
Nos hemos encontrado con frío a pesar de los abrigos
hasta desnudar nuestras almas bajo la tarde sin prisa
para gritar que el amor imposible se hace posible en tus brazos
con las palabras que mueren como una ofrenda en susurros
para confesar que hemos sido lo que siempre deseamos
encontrado en el ser el existir que anhelamos.