Que todo esto que cuento
me pasó sin esperarlo,
que una noche, de soltero
sin comerlo ni beberlo
me sucedió, y he de contarlo.
En una barra de bar
rodeado de cervezas,
sin que nadie me advirtiera
me llegaron por detrás,
una rubia y otra morena.
Sin prestarles atención
y pasando de sus risas,
se acercaron hasta mi
rozándome la camisa,
y sin dejar de reír.
Cuando vieron que pasaba
y que no hacía caso,
contra mi se restregaron
poniéndose muy pesadas,
y cercándome a ambos lados.
Estas solo muchacho?
la morena preguntó,
y la rubia mientras tanto
contra mi se restregó,
sin pedirlo ni avisarlo.
Que queréis?, les pregunté
os habéis equivocado?,
las dos rieron un rato
y por mas que reaccioné,
se me echaron en lo alto¡
Hemos venido hasta ti
porque queremos un macho,
pues si una es un pecado
con las dos puedes morir,
o es que te estas asustando?
La verdad, no me esperaba
que quisieran ese juego,
pero yo, que soy hetero
me juré de darles caña,
y conmigo se vinieron.
Se montaron en mi coche
y las perdí por senderos,
y en el campo, entre abetos
rodeados por la noche,
dimos comienzo a ese juego.
Que la rubia, me arrancaba
los botones de la blusa,
a la vez que derramaba
su saliva por mis uñas,
pidiendo que la besara.
La morena, mientras tanto
y sin perder mucho tiempo,
desnudó todo su cuerpo
mostrándome sus encantos,
y las dos se abalanzaron
como leonas en celo.
La verdad, que no sabían
con quien estaban jugando,
y les di su merecido
en muchas de esas me he visto,
y no con dos, si no cuatro¡
Cuando pudieron saber
de que pasta estaba hecho,
nada pudieron hacer
solo aguantar tales hechos,
en fin, que puedo contar¡
Que los ojos de la rubia
invadidos de placer,
se pintaron blanco espuma
y sus labios y su piel,
supuraron de dulzura.
Que el cuerpo de la morena
en gritos se desacía
y las dos juntas comían
lo que ofrecia y entera
entere las dos repartían.
Que el coche, sin esperarlo
aguantó muchos meneos,
los cristales se empañaron
del sudor y del deseo,
pero en el, los tres gozamos.
Que todo esto que cuento
sucedió sin esperarlo,
pero siempre lo recuerdo
dos alumnas,y un maestro
la lección, no la olvidaron.