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Mostrando la sonrisa “cual tesoro” guardada
Dafne, la bella ninfa, busca a su eterno amante;
con un ramo de anhelos , a veces exultaste,
para llenar de gozo su gran noche soñada.
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Hasta un sinfín de estrellas alegran la velada,
cuidando su figura, cuidando su semblante,
sagrado es el motivo de ese inmortal instante
y secreto el susurro de una escena callada.
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Quizá la luz oscura rebele su desnudo,
tan bello cual si fueran coronas de laureles,
con la sensual mirada buscando su destino .
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El fruto de un deseo que permanece mudo,
quiere llegar al sumun de las más dulces mieles
y quemar el aliento que se siente divino.
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Fotografía y poema Ramón Bonachí.