Soldado del lápiz
y guerrero de la pluma.
Oficial del verso,
el fusil y la pistola.
Tejedor de rimas
y cosechador de verbos.
En ti se enredan
viejos modos y palabras.
Cronista de sueños
y de noches sin luna.
De madrugadas desnudas
y vuelos huérfanos sin alas.
Observador herido del ayer,
profeta sin mañana.
El agua corre sin mojar
y la luz no moja y calla.
Poeta incomprendido
de soledades profanadas.
Tus balas fueron poemas
y tu cañón... el alba.
Donde quiera estés,
ven escribe.
Se te extraña!