Patricia Aznar Laffont

Un Perdido Malón.

Ebrio, Dislocado, Loco

Siglo de Atrás,

Pretérito,

Descabellado,

que se Deshizo

que ya Presto, Acabó.

 

Aún las Baldosas de los Patios,

Heridas y Lejanas

se Quiebran

de Espanto y Dolor.

 

Es el Golpe Atroz de la Tierra,

Tierra Ennegrecida en Polvo de Iras Preñado,

de un Perdido Malón.

 

Sudores se Destilan de los Cielos

y de Vendavales Descubiertos,

de la Turba India

que Pergeña la Venganza

al Blanco

que Indigno les Robó,

Tierra, Linaje y Tradición.

 

Iras y Huracanes,

Lodos Ahumados,

Sombras Umbrías 

Tumbas Desiertas, Húmedas,

Desatadas...

 

Es el Indio

que Ruega entre Nubes, que Difusas,

se Transforman 

en sus dioses,

que sin Cruces, Mármoles

ni Lápidas,

Sucumbe Repetido

con las Manos Pegajosas de Sangre Coagulada,

entre Sordos Maderos

de los Tiempos que Ya Fueron,

Apagados los Brazos,

 Secas Lágrimas 

en sus Ojos,

Transidos de Bronca y Dolor...

 

Mientras la Incólume y Pálida Luna

se Refleja sin Pudores

entre Hielos,

 

Y entre Llantos que Ya No Han Sido

También,

Desolado,

Muere el Sol...

 

(Patricia)