Ebrio, Dislocado, Loco
Siglo de Atrás,
Pretérito,
Descabellado,
que se Deshizo
que ya Presto, Acabó.
Aún las Baldosas de los Patios,
Heridas y Lejanas
se Quiebran
de Espanto y Dolor.
Es el Golpe Atroz de la Tierra,
Tierra Ennegrecida en Polvo de Iras Preñado,
de un Perdido Malón.
Sudores se Destilan de los Cielos
y de Vendavales Descubiertos,
de la Turba India
que Pergeña la Venganza
al Blanco
que Indigno les Robó,
Tierra, Linaje y Tradición.
Iras y Huracanes,
Lodos Ahumados,
Sombras Umbrías
Tumbas Desiertas, Húmedas,
Desatadas...
Es el Indio
que Ruega entre Nubes, que Difusas,
se Transforman
en sus dioses,
que sin Cruces, Mármoles
ni Lápidas,
Sucumbe Repetido
con las Manos Pegajosas de Sangre Coagulada,
entre Sordos Maderos
de los Tiempos que Ya Fueron,
Apagados los Brazos,
Secas Lágrimas
en sus Ojos,
Transidos de Bronca y Dolor...
Mientras la Incólume y Pálida Luna
se Refleja sin Pudores
entre Hielos,
Y entre Llantos que Ya No Han Sido
También,
Desolado,
Muere el Sol...
(Patricia)