La que ganó la apuesta
en silencio reclama su premio
se esconde en recuerdos
y se burla en privado...
Se viste de testigo
en noches donde se llora en silencio
en canciones que no se cantan,
en bancas de parques sin consuelo.
De manera surreal es etérea,
a ratos tangible, siempre ella
aunque su voz se borra de mi mente
su presencia nunca de mi corazón.