Deja que tus palabras aprisionadas salgan
de aquel lugar donde solo hay luz desconocida,
haz que tu silencio sea vencido,
por tu fuerza creadora de tu destino.
Sin duda eres una promesa de la tribuna,
que tu sola presencia inflama corazones,
y las gotas del rocío acarician siempre
las ideas que surgen aparentemente de la nada.
Grandioso es el día
del surgimiento de la aurora,
pues sin temor, ni excusa, ni vanidades
te has expresado a los vientos,
pues de tu boca sale
el esplendor divino de tu palabra.