Si la poesía estaba
en el mundo ya presente...
¿El poeta contemplaba
o era más un recipiente?
Si el poeta es quien exhibe
con afán lo que ya es arte...
¿Este solo lo percibe?
¿Es tan solo aquí un testigo
de la creación divina
que a su manera interpreta?
¿O también quien la comparte
y, a este, llena y le ilumina?
Si es el caso, entonces digo
que, bendito es quien camina
el sendero del poeta.