Gonci

Morir como viví

 

Morir como viví,

Despierto poco a poco,

entre aromas de café amargo

que invaden mis fosas nasales

como un chute de adrenalina.

 

Son las seis de la mañana,

y salto de la cama.

mi cuerpo ya no aguanta

bajo las sábanas.

 

Hoy puede ser el gran día.

Saldré a caminar

sin rumbo, fijo, a la deriva,

dejando que mi brújula interior me guie

 

Caminaré sin prisa, sin pensar,

hasta donde me lleven los pies,

que hoy también me duelen.

 

Seguiré seguramente

el camino de la fuente,

ese que llaman “camino de muerte”

nombre que invita a la aventura

 

 

Camino cuesta arriba.

pesando: \"Podría haberlo pensado

antes de empezar\".

Camino sobre tierra y piedras,

con la esperanza de llegar al final.

 

De cuando en cuando, una rama seca

cruje bajo mis pies. Ese ruido

y el sonido de un arroyo

acompañan mi caminar.

 

Sigo mi camino pisando tierra y piedras,

bajo un sol tenue que empieza a deslumbrar.

Hora a la sombra de una olmeda,

hora a la sombra de un pinar.

 

Veo las primeras aves volar, bajo el cielo claro

algún carbonero, algún jilguero,

la bella águila

 y el poderoso Alcón.

 

Ya vislumbro el final del camino,

aún queda un trecho por recorrer.

noto los pies doloridos y cansados,

y las piernas hace rato que

empezaron a flojear.

 

Por fin, ya he llegado al final.

\"Esta roca me servirá

Pienso, “sobre ella podré descansar\"

de mi largo caminar.

 

Abro bien los pocos pulmones

que me quedan,

preparándome para la primera exhalación

que sé que me quemará.

 

La tierra huele a hierba mojada,

a savia, resina y sal.

los olmos bailan una dulce danza

al soplo del viento.

 

El aire ya no quema,

pero sabe a tristeza.

 La vista que desde aquí se contempla

ni os la podéis imaginar.

 

Montañas, valles, el río.

Desde aquí veo el pueblo,

la iglesia, el ayuntamiento,

la plaza, y la casa donde nací.

 

No puedo seguir narrando

Las bellezas que contemplo.

la vista se me nubla, creo que voy a llorar.

pero soy feliz, muy feliz.

 

Y he decidido que aquí me quedaré

a esperar mi final que está al llegar.

Que nadie llore por mí, que esto es

lo que he elegido: morir como viví,

libre, en los pirineos y feliz.