Lágrimas ácidas en esta noche tormentosa,
¿Cómo se puede curar un alma completamente rota?
Cuando las personas se van sin siquiera dejar una nota
Y uno queda solo... cargando el peso de tantas cosas.
Las once de la noche y el viento frío golpea este ardor,
¡Cuánta oscuridad en éste techo! como los corazones de hoy,
Corazones falsos que ya no saben sentir amor
Y el sonido de la lluvia solo es el sazón de éste dolor.
Son ya las doce y este fuego quema pero no mata,
Como aquel sentimiento que aprieta la garganta
Y resulta peor aceptarlo que resistirlo,
Tan irónico como el amanecer de un universo frío.
Heme aquí amaneciendo en este miércoles lluvioso,
Desvelado probando un nuevo y añejado trago,
Tomando lágrimas que resultan más fuertes que el alcohol,
Lágrimas de esas veces en las que no se lloró.