Es esta vida una vela
que prendemos al nacer,
una llama que no cesa
y que derrite la cera.
Es esa vela encendida
que se consume y apaga,
es la cera derretida
por el calor de la llama.
Y es también la esperanza
en las noches que no hay vida,
es la luz, que ilumina
la oscuridad apagada.
Es esta vida una vela
que el tiempo va consumiendo,
de joven se encuentra entera
y deformada de viejos,
pero da luz
de igual manera.
Solo cuando la llama
deja ya de brillar,
la vida y la vela se apagan
llegando la oscuridad,
y enfriándose la cera.