Dormimos juntos, viajando como desconocidos
Vomite miel
De mis labios salió miel cuando tu piel suave toque,
Eran tus hombros tan presos del es tres
Que cuando mi aliento roso tus hombros fue tan delicado el momento.
Supiste que Hera hombre, y yo supe que tu Heras mujer.
Cerré los ojos pero el alma estaba despierta estaba viva esta tan viva,
El motor de combustión interna arranca y los viajeros empezaron su letargo viaje a los países de los sueños y tú y yo desconocidos.
Pero nuestro leguaje Hera de antaño muy añejado, mis sienes se recostaron con tus cienes. Abrasaste mis cabellos y tu suave mejilla invito a mi piel a caminar por sus terrenos
Suaves tan suaves que la luna y el sol se quedaron ciegos.
El dulce momento fue termino culmino y renacentista. Y me deje soltar en ti y tu me recibiste cuarcífera un durmiente preso que se entrega a su libertad ya añorada.
O que hermoso suceso o que lindo descenso, y así nos fuimos en el móvil nuevo. En esas carreteras en esas montañas entre las cordilleras, los dos dormidos
Juntitos recostados
Dos viajero desconocidos que en un instante nos deseamos tu una princesa y yo un vagabundo poeta.
Ablanos poco
Soñamos mucho y nos vieron los ángeles los cielos. La tarde.
Sentí tu cuerpo buscando mi cuerpo, y recosté tus ojos sobre los míos y dormimos despiertos.
Hera tan suave tu piel.
Tan llena de flores.
Tus pechos bien formados y crecidos
Tu cabello tan sumiso a tus caprichos y tan tierno fui yo moviéndome al ritmo del veloz móvil
Que se rompía en el viento y no se alejaba de tus suspiros.
Me perdí del tiempo la vergüenza se mato con estaca de plata.
Bese tus hombros. El olor de mujer de tu cuerpo acribillo mi sueño.
No dormí solo soñé
Y tú te diste cuenta mujer desconocida e ida del entorno
Me rasgue los ojos me trague los suspiros y me ate a tu cienes. Y soñé contigo.
Pensé en besarte. Pensé entre mis manos sujetarte, y tu alma ala mía enredarla
Heras grande muy bella y yo muy fuerte y e intrépido, viajero
O si el viaje u viera sido eterno
O si el auto no se u viera detenido en la ciudad al cual su ruta final estaba destinado.
Y ahí te despertaste y
Ahí me desperté
Fuimos desconocidos otra vez
Y nos miramos
Como desconcertados
Al final
Tu nombre se fue contigo tu perfume tu piel.
El teléfono tuyo hubiese sido hermoso estar ese número en el mío.
Solo tu nombre pregone
Y resonó o cuarcífera. El mas bello y en mi alma un explosión de éxtasis de besarte
Salió
Y el viaje termino…….