Un poema salta al aire
en este día tan radiante,
para que sea el más reluciente
y yo le doy el disco de un sol
que en mi pecho arde,
y todo el amor que por mi corazón circula
entre latidos incesantes.
Así cogidos de la mano
va quien escribe
y la mañana que avanza,
entre vaivenes provenientes
de allí donde las ventanas se abren
y fuera desde la calle entran
mil briosos corceles,
trayendo sonidos de bandas musicales,
olor a pólvora y fiesta a lo grande.
Por aquí las fallas
con su \"plantá\" vuelven
a ser algo parecido
a un gran festín al que acuden
gentes de todas las nacionalidades,
para disfrutar de lo lindo,
de lo que por ser grande
cada año se convierte,
en una fiesta para San José
que quien no la celebra no sabe
lo hermosa que se pone Valencia
y lo bien que los artistas falleros,
con muestras de genuino arte
agradecen a su santo sus desvelos,
como carpintero y padre,
de quien murió por todos
de una forma totalmente admirable.