Mascotas
Pobres y sufridas mascotas
que de tanto y tanto pasear
acabaran con las patas rotas,
ya, hasta disimulan el cojear.
Cuando las buscan su dueño
se esconden en los armarios,
y ponen todo su empeño
en no ser tan solidarios.
Ya no van al evacuatorio
ni al parque a retozar,
ni al placer amatorio,
ya empiezan a sollozar.
Desean que terminen los males
para volver a disfrutar,
siguen siendo muy leales
y no lo pueden ocultar.
Antonio Reina Moreno 22/03/2020