Estoy consciente
de que no soy ni mía.
Así que no tengo dueño.
Y aunque la vida
parezco un sueño.
A veces quiero despertar.
Que vengan esos recuerdos
de los que soy prisionera.
Y que vuelva a embellecer
el paisaje la primavera.
No soy de nadie.
Y aunque parezco libre.
No lo soy.
Soy mi propia carcelera.
Y también mi propia esclava.
Y aunque el agua me lava
terminando ensuciandome de nuevo.
Pensando en esto y aquello.
Y no alcanzo sosiego.
Y aún con la cuerda al cuello
no olvidó alimentar mi ego.
Aunque después lo sacrifico
cuando me gana el deseo.
No soy dueña de mi sombra.
Solo de mis pensamientos.
Que siempre están amordazados.
Porque en el corazón los secuestro.
Pero sólo basta un gesto
para que quede al descubierto.
Me he impactado en el suelo.
Por no usar paracaídas y
no haber puesto la red.
Ahora tendré que sanar mis heridas
para que cicatricen bien.
No siempre he sido la mala
de los cuentos que se inventan en la bola
Aunque tampoco soy angel y
está sobre mí la aureola.
Me falta mucho por aprender.
Aunque en realidad no sé si lo quiero saber.
Quiero aprovechar el tiempo,
aunque éste tampoco me pertenece.
Dejaré que el viento al igual que el árbol mece y mece,
me lleve cuál semilla a algún lado a florecer.
Dormiré tranquila y en calma
esperando contemplar otro amanecer.
Y será otro día en que no sea de nadie, ni siquiera mía.
Y seguiré con ésta vida rebuscado los porqué.
Haciendo las preguntas equivocadas.
Quizás levanté mis alas para emprender un vuelo del cual no regresaré.
Me iré sin rumbo,
me iré sin prisa;
solo para escapar del ayer.
Ése que se esconde entre aromas y canciones.
Ése que hace añorar corazones que dejaron de latir.
Ese que parece daga que se encaja en tu alma.
Que te recuerda lo que fuiste
y lo que hiciste sin querer.
Lo bueno, lo malo, lo que te hizo mejor o peor.
Lo que te provoca melancolía, amor, pasión y rencor.
Pero está pasado y nadie lo sabe,
solo tú amordazado corazón.
Que calla aunque quisiera gritar.
Que ríe aunque quisiera llorar.
Que en días odia cuando fue hecho para amar.
Ése que se arrepiente y quiere volver atrás.
Ése que lucha por encontrar algo que desconoce.
Pero quién sabe algún día corra con suerte y lo pueda encontrar