Vivo recluida en mi memoria.
Abrazo momentos que la vida
tejió con hilos de la historia
donde hay una grave herida.
Escuchando retumbar un trueno
que de lo alto logró escapar
codicio pensar en algo bueno
para el sufrimiento disipar.
Por ceguera no podré amar
ni mirar más el sereno mar
ni ver las estrellas en el cielo.
Murió en mi alma todo anhelo
y esposada por el desconsuelo
no sé si un día te podré llamar.
Amelia Suárez Oquendo
17/03/2024