El pueblo duerme en silencio,
no grites, no se despierte,
que mientras duerme, callado,
otros deciden su suerte.
El pueblo duerme en silencio,
está tranquilo y caliente,
mientras le sonríe el lobo,
mientras le llega su muerte.
El pueblo duerme en silencio,
ignorando que es más fuerte,
mientras seres despreciables
su alma y corazón pervierte.
El pueblo está dormido,
no llega a despertar.
El miedo y la miseria
lo doman sin piedad,
sus huesos ya cansados,
sus espaldas rendidas,
sus almas ya vencidas,
las voces silenciadas.
El pueblo está muy dormido,
ya no quiere despertar,
le pesa plena la culpa
de no querer levantar.