KETZAL

CANOA

Debemos reconocer que no sabemos

Somos ignorantes

Si hoy te levantaste y pensaste en que abrirías los ojos

O si tu sueño soportó todo lo imposible antes de caer al abismo del olvido

Alguna vez alguien soñó que tenía una premonición

Nuestra energía se evapora con violencia

Reconocemos que somos ignorantes

No sabemos qué día es hoy

Si en el juego divino por organizar el mundo

Trajimos del pasado el emblema de quellos días

Seguiremos siendo ignorantes

Porque quisimos escribir desde la incomodidad

Y nos damos cuenta que el conejo se escapó del gato y de Alicia

Es que no sabemos y desde el futuro ya nos alcanzaron que tampoco algún día

Otro dato seguro para el juego de adivinar y asociar

Sabemos qué actividad se aproxima en el resto del día

Sabemos que debemos de aprender

Que el incendio se hace más grande por propia mano

Que las cataratas cantan una danza gigante

Fuego y agua en cada una de las manos

Lo divino y todo lo posible

Acaso podemos resisitirnos a eso

En realidad no sabemos nada

Porque no llegamos a pasar todo el día viendo los relojes

No podemos

Y es consuelo saber al menos dónde cayeron las flechas

Ordenaremos algún día y dejaremos de dar órdenes

Mañana no se sabe

Al menos sabemos qué hacer más tarde

Un millón de cosas dejan de tener importancia

Y cada problema es un llamado absoluto

Una oportunidad para cegar 

Va el mundo recibiendo la lluvia bendita del universo