Surrealismo con sinfonía marina.
Érase una vez un caballito de mar
jineteado al través por una doncella,
y en el fondo del gran océano, una estrella
que anhelaba todo el abismo iluminar,
y por los lados del oriente en Pampatar
quería ser de los Reyes Magos su guía,
con cardumen de peces a la luz del día
pretendiendo tocar en el mar de Alfonsina,
en serenata para una esquiva sardina
muy encantadora sirena en melodía.
Érase de una bella danza de delfines
con el ritmo de las fulías por Tucacas,
interpretada con tambor y con maracas
en todo el litoral, la costa y sus confines,
érase de unos aprendices alevines
que hacían los coros a plena luna llena,
érase de rojos cangrejos en la arena
ya se unen demás mariscos al alboroto,
más, con una ola gigante cual maremoto
puso fin al concierto la obesa ballena.
Hermes Varillas Labrador (Venezuela)
#FormandoCiudadanía, #ElArcoIrisDeLosNiños
18 de marzo de 2024
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Inspirado en la imagen de la amiga Liaazhny y en la canción “Sinfonía inconclusa en la mar” de Piero.