“Morena con salero”
Del arroyo, con primor,
sube la niña cantando
y a la vez va susurrando
bellos poemas de amor.
Luce bella como flor,
de porcelana es su cara,
sus manos son dos aldabas
que nos protegen del miedo
y al rozarnos con sus dedos
nos llena de paz y calma.
Sube la niña cantando
trazando tirabuzones
al vaivén de sus tacones
con sus caderas bailando.
En esto que va mirando
a un labriego que se afana
en terminar sin desgana
la tarea que le incumbe.
Ya está la niña en la cumbre
lanzando al viento esperanza.
!Qué figura tan bonita
qué belleza hay en su cara
qué dulzura en su mirada
qué ternura hay en su risa ¡
Ya va bajando deprisa
pues las tareas aguardan
Con la frescura lozana
que irradia su joven rostro
es para todos nosotros
aire fresco de esperanza.