Tomás Osorio del Río

Subsistencia

Si te escribo es por inercia,

por su ausencia,

por aquella impotencia

propia de la existencia

de una conciencia

que, con frecuencia,

va más allá de la excelencia.

 

Si te escribo es por esa miseria,

sentida en su indiferencia,

en la carencia

de esa materia

que compone su apariencia

de tejidos que sentencian

a esta alma mía y su esencia.

 

Si te escribo es por suplir mi decadencia,

mi insuficiencia,

que, por no olvidar esa experiencia

a la que sus labios dieron correspondencia,

olvidé a conveniencia

cada secuencia,

ignorando sus advertencias.

 

Solo me queda vivir mi eterna penitencia

por haber cometido el pecado de la imprudencia.