Oh, amor, tú que me esperas
Tú que me añoras, y me condenas.
En tu oscuridad me escondo
Por negar el abandono.
Sin pensar siquiera en que talvez me piensas
Sin soñar siquiera en que tu corazón me alberga.
Y sigo aquí con mi ser desnudo
Rogando así desenredar mi nudo.
Mas no te pido que me des paz
Si eso significa que de mi te vas.
Y ese Dios al que yo aclamo
Todavía me niega lo que reclamo