Son mis lágrimas los versos escondidos
en la recóndita y misérrima esperanza
de mi amor, que de tu corazón no alcanza
los besos ideados y no correspondidos.
Son mis dudas los celos encendidos
que apartan de mi mente la bonanza
y aumentan la ruin desesperanza
de verte en otros brazos enemigos.
Son mi tiempo los débiles latidos
de mi soledad, punzante lanza
que hiere el corazón cuando me aparta
del olvido, llenando mis sentidos
con tu recuerdo y mi añoranza,
sabiendo, sin dudar, que te he perdido.